¿Qué pueden hacer las municipalidades frente al informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación con respecto a la necesidad de reparar?

Esta situación se ve agravada por el hecho de que una de las instituciones mas afectadas por la violencia fueron precisamente las municipalidades peruanas. Ellas sufrieron el asesinato de sus autoridades, la quema de sus locales y archivos, la intimidación, el impedimento de procesos electorales, el receso de algunas de ellas por largos periodos. De tal modo que puede decirse que la guerra frustró- en vastos sectores del territorio nacional- el proceso de construcción del nivel local de gobierno y de fortalecimiento de las municipalidades, que recién comenzaba en 1981.

Entonces uno se pregunta si vale la pena cargar a las municipalidades con una obligación más, con un peso nuevo, si ya crujen agobiadas por los que llevan.

¿No será está más bien una obligación del gobierno nacional, los gobiernos regionales o las municipalidades provinciales, mas dotadas de recursos financieros, administrativos y políticos, que una obligación de las endebles municipalidades distritales de dos a cinco trabajadores, con veinte mil soles de ingresos mensuales y cuya participación en el presupuesto nacional de la república es ínfimo?