La noche del 17 de diciembre de 1996 un pelotón de 14 integrantes del movimiento revolucionario (MRTA)  tomo por asalto la residencia del embajador japonés en Lima durante la celebración del cumpleaños del emperador Akihito. 700 invitados quedaron tendidos en el piso sometidos a la inapelable amenaza de ametralladoras y granadas. A la media noche los terroristas aceptaron la salida de mujeres y ancianos y quedaron cautivos 381 personajes: Ministros de Estado, Embajadores, Políticos, Empresarios, Altos jefes militares y policiales y personalidades diversas. En los siguientes 15 días para un mejor control de los capturados el MRTA fue liberando rehenes hasta llegar a los 72 destinados a vivir un cautiverio de 126 días.

El gobierno de Alberto Fujimori decidió no efectuar ninguna negociación, interrumpió el fluido eléctrico, corto las comunicaciones telefónicas y clausuró el suministro de agua. Los rehenes además del infortunio de la libertad perdida se enfrentaron a una sobrevivencia en deplorables condiciones: Dormían en el piso asignados en 5 dormitorios. Utilizaban baños portátiles sin privacidad alguna; se dispensaban una minima limpieza personal utilizando vasos con agua y recién a los 38 días de encierro, tuvieron atención médica.