En el Perú, en la guerra contra subversiva de las décadas 1980-90, sucedió en el aspecto de los héroes y villanos, algo increíble. En los primeros meses de 1980 Sendero Luminoso inicia la lucha armada para destruir al Estado democrático y su sociedad para reemplazarlos por un Estado con un gobierno del proletariado. Durante casi tres largos años por la falta de una decisión política para enfrentarlos, se materializo un periodo de terror al interior del país en la zona de Ayacucho; tratando de quemar etapas para obtener el apoyo de la población, familias enteras, hombres, mujeres, niños y ancianos son asesinados a sangre fría degollándolos o apedreándolos; secuestran a niños y adolescentes para convertirlos en terroristas, los policías son emboscados y asesinados, se produce el caos en territorio ayacuchano, las autoridades judiciales son amenazadas de muerte, ellos y sus familias, para que los terroristas capturados salgan a los pocos días libres a seguir la sangrienta guerra, con la rica experiencia de lo vivido en su captura y en los días en que estuvo encarcelado, lo que queda de la familia, abandonando su heredad, huyen a las grandes ciudades creándoles un serio problema social.