La violencia política en el departamento de Ayacucho se inició el 18 de mayo de 1980, cuando miembros del PCP-SL quemaron las ánforas y los padrones electorales del Jurado Electoral del distrito de Chuschi, provincia de Cangallo, durante los preparativos para las elecciones presidenciales de ese año.
Un año después, las acciones armadas se incrementaron en dicha ciudad, donde el PCP-SL inició la ejecución de su II Plan Militar de Desarrollo de la Guerra Popular, que comprendería una serie de actividades violentistas desde enero de 1981 hasta 1983.
Como parte de ese Plan, el 11 de octubre de 1981, aproximadamente cincuenta miembros del PCP-SL asaltaron el Puesto Policial del distrito de Tambo, provincia de La Mar, Ayacucho, donde asesinaron a varios efectivos policiales y robaron un significativo número de armas.
Al día siguiente de estos hechos, el gobierno del Presidente Fernando Belaúnde Terry decidió, por primera vez, en el contexto de la violencia armada en el Perú, decretar el estado de emergencia en cinco de las siente provincias de Ayacucho (Huamanga, Huanta, La Mar, Cangallo y Víctor Fajardo), quedando suspendidas en dichos lugares las garantías individuales referidas a la libertad y la seguridad personal.
Después de decretar el estado de emergencia en Ayacucho, el 31 de diciembre de 1982 el gobierno encargó el control del orden interno en esa ciudad al un Comando Político Militar a cargo del Ejército Peruano.
La violencia se agudizó posteriormente en Ayacucho, donde el 5 de octubre de 1989 explotaron 16 bombas, siendo atacados el Cuartel de la Policía de Seguridad, el local de la Comisaría y los domicilios de dos candidatos a las elecciones municipales en ese departamento.