Las comunidades campesinas de Tastabamba, Putucunay y Totota se encuentran ubicadas en la “Oreja de Perro”, una amplia y remota zona localizada en el distrito de Chungui, en el extremo sur oriental de la provincia de La Mar, Ayacucho. Forman parte de un numeroso grupo de comunidades campesinas quechuas distribuidos en una difícil y marcadamente inaccesible geografía que ha determinado un secular aislamiento de los pobladores de esa parte del país. Durante los años ochenta esta zona fue escenario de violencia política, que solo trajo muerte y destrucción. Muchas vidas perdidas e innumerables daños materiales fueron el saldo de esa trágica época. Los problemas  para los comuneros no acabaron, sin embargo, con la derrota de los grupos armados y la erradicación de la violencia. Como una nefasta herencia de esa época, cientos de campesinos viven en condición de requisitoriados, acusados de haber participado supuestamente en acciones subversivas, pese a que se ha demostrado fehacientemente el grado de terror al que fueron sometidos por la presencia de Sendero Luminoso. Esta situación no solo les impide impulsar cabalmente la reconstrucción de sus pueblos y de sus vidas, los pone también en calidad de ciudadanos de tercera categoría, imposibilitados de ejercer sus más mínimos derechos.