El presente texto es obra de ficción que de alguna manera busca reflejar lo crudos y violentos momentos por los que pasaron los civiles y militares en la lucha armada contra el terrorismo.
De la obra extraemos el siguiente fragmento a manera de introducción. 
 La oscuridad del dormitorio era casi total, sólo rasgada por los tenues rayos de luz de mercurio que se filtraban de la calle a través de la cortina envejecida por el sol, cuando el fogonazo de las metralletas iluminó la habitación, cegando por breves instantes a todos. Entre el humo blanco y espeso de la pólvora, dos cuerpos quedaron inertes en las camas. En el suelo, dos más se convulsionaban de dolor hasta el momento en que los tiros de gracias acabaron con sus vidas.
A unas cuadras, en el  corazón de Huamanga, en el comedor principal del Hotel de Turistas, se servía una cena en conmemoración de la Batalla de Ayacucho. Presidía la mesa el general.
El ambiente formal interrumpido súbitamente por el ruido que al caminar produjo el capitán ayudante del general, que acercándose le susurró:
-  Permiso, mi general. He venido a informarle que hace unos minutos, elementos subversivos han asesinado a todos los ingenieros de Proyecto Cachi.
-  Que el coronel Chavéz se dirija al lugar y me llame por radio al cuartel. Tengo que informar a mi comando de inmediato. Avise a mi escolta que salgo en el acto.