Entre 1980 y 1982 la escena política del Perú fue marcada por tres hechos principales: el retorno a un gobierno constitucional civil con la alianza Acción Popular- Partido Popular Cristiano- luego de doce años de dictadura militar, la presencia significativa del movimiento obrero-popular y el inicio de la lucha armada de Sendero Luminoso. El primero cerro un corto periodo electoral comenzado en 1978 con las elecciones para la: Asamblea Constituyente. El segundo va recobrando importancia luego de un evidente reflujo que siguió al paro nacional de Julio de 1977. El tercero culmina una fase de preparación que habría durado probablemente tres años. En los procesos electorales de 1978 y 1980 hubo una novedad muy importante: a diferencia de los procesos anteriores, la izquierda surgió como una fuerza nueva. En ningún otro país de América Latina y probablemente del mundo entero, la izquierda maoísta tiene un rol electoral comparable al que juega aquí en el Perú. Sus fuerzas, junto con las del Partido Comunista de orientación pro soviética, grupos troskistas y otras de la social democracia constituye cerca de un tercio del electorado.
Esta proporción es suficiente para mostrar la importancia atribuida por una gran parte de la izquierda peruana a la contienda electoral. La opción de “defender la democracia” como un nuevo terreno de acción política legal, compromete a numerosos partidos y frentes electorales entre (partido comunista peruano, unidad democrático popular, unidad nacional de izquierda revolucionaria, frente obrero campesino estudiantil y popular, Partido Socialista revolucionario)